II
ok. ok. Siendo sincero me da mucha pereza contarles todo lo que paso el fin de semana. En primera porque ni que hubiera hecho la gran cagada, en segunda porque me tardaría mucho y en tercera porque ya estarían aburridos... El tratamiento de prozac lo suspendí previniendo que se me antojara seguir en el agua, decisión que aplaudo ruidosamente después de ver que todo el fin de semana fue una sola fiesta. Entonces, me remitiré a los sucesos relevantes:
1.- El Japo. Después de las cervezas nos fuimos al bar americas y ya por ahi de las 4:30 todos los parroquianos estabamos hasta la madre de pedos y justo cuando el beat estaba de lo más chingón un japonés decidió robar el papel protagonico de la noche. Seguramente habrán visto por ahí en alguna película que los japoneses tienen esa etiqueta de pedotes y cosmopolitas y seguramente habrán pensado que esa escena en donde sale un wey con una estola cantando de lo más horrible en un karaoke cayéndose de pedo no puede salir de otra parte más que de la imaginación prejuiciosa de un guionista hollywoodense. Pues no. Este japonés cumplía cabalmente con la etiqueta. La primera vez que lo ví fue en la entrada hablando solo, "y este wey que pedo, se le perdió el guía turístico o que?" Era un tipo de unos 38 años, delgado, vestido con una blusa muy coqueta y con una peineta plateada en el pelo. No, no era trasvesti ni nada por el estilo. Es decir, traía una peineta pero no traia el cabello largo, y la blusa que traía (a leguas se notaba que era de mujer) no lo hacía ver afeminado. Más bien, era una facha de "mirenme pendejos, aqui estoy". Pues bueno, el dj estaba discutiendosela bien cabron y todo mundo estaba brincando por todos lados y como que el japo dijo "y por que no?", así que decidió hacer suya la barra y reclamandola tomó un microfono que había por ahí y se dedicó a berrear. No crean ustedes que en medio de la peda pensó "yo me se esa rola" o algo así, nel, solamente escupía alguna frase por ahí al ritmo de la música pero bien prendido. Claro que las exclamaciones no se hicieron esperar, unos le aplaudían el atrevimiento y otros le mentaban la madre. El techo del bar esta muy bajito y prácticamente su cabeza pegaba así que para no perder el equilibrio decidió agarrarse de una lámpara que colgaba del techo pero no aguantó y la arrancó dejando unos cables pelones ahí nada más, eso como que no le gustó mucho a las personas alrededor y el wey terminó literalmente bañado en cerveza.
Pues esto no hubiera sido mas que una anecdota aburrida si no fuera porque bañado en cerveza lo empezaron a empujar y para no perder el equilibrio, y pensando que estaba hecho de madera supongo, se agarró de los cables pelones. Imaginense ustedes que pasaría si alguien mojado agarra unos cables de electricidad. Exacto. Fuegos artificiales dentro del local. No mames, el wey se estaba electrocutando y para acabarla de chingar casi nadie se dió cuenta, todo mundo pensó que estaba jugando o algo así porque hasta se reían y en eso alguien bajó el switch de la corriente, la música se apagó y lo más cagado la mayoría de las personas se empezaron a salir pensando que ya iban a cerrar.
El japo nomás cayó todo madreado de la zarandeada que le pusieron pero a la hora de caer cayó como los gatos, en cuatro patas, y entonces algún manchado que estaba ahí como que le vió las nalgas, lo centró bien y pensó "de aquí soy" y madres, le puso un patadón en el culo que lo mandó volando como unos 5 metros embarrándose el hocico contra el piso.
Ya después a la salida alcancé a ver al pobre infeliz de ojos rasgados sentado en un rincón todo puteado, toda la ropa sucia y todo despeinado, neta que parecía un limosnero.
En ese momento todos nos quedamos callados, yo no sabía si reír o sentirme mal por el tipo, y ya como a los 15 min ya se nos había olvidado. Pero al día siguiente no mames, todos estabamos cagados de la risa del pinche japo, como se le ocurre al pendejo, a mi se me hizo chido que el wey se subiera a cantar, me sentía como en Lost in translation, cuando salen scarlett y bill murray de peda y terminan en un karaoke, pero ya con lo de la electrocutada la cagó.
1.- El Japo. Después de las cervezas nos fuimos al bar americas y ya por ahi de las 4:30 todos los parroquianos estabamos hasta la madre de pedos y justo cuando el beat estaba de lo más chingón un japonés decidió robar el papel protagonico de la noche. Seguramente habrán visto por ahí en alguna película que los japoneses tienen esa etiqueta de pedotes y cosmopolitas y seguramente habrán pensado que esa escena en donde sale un wey con una estola cantando de lo más horrible en un karaoke cayéndose de pedo no puede salir de otra parte más que de la imaginación prejuiciosa de un guionista hollywoodense. Pues no. Este japonés cumplía cabalmente con la etiqueta. La primera vez que lo ví fue en la entrada hablando solo, "y este wey que pedo, se le perdió el guía turístico o que?" Era un tipo de unos 38 años, delgado, vestido con una blusa muy coqueta y con una peineta plateada en el pelo. No, no era trasvesti ni nada por el estilo. Es decir, traía una peineta pero no traia el cabello largo, y la blusa que traía (a leguas se notaba que era de mujer) no lo hacía ver afeminado. Más bien, era una facha de "mirenme pendejos, aqui estoy". Pues bueno, el dj estaba discutiendosela bien cabron y todo mundo estaba brincando por todos lados y como que el japo dijo "y por que no?", así que decidió hacer suya la barra y reclamandola tomó un microfono que había por ahí y se dedicó a berrear. No crean ustedes que en medio de la peda pensó "yo me se esa rola" o algo así, nel, solamente escupía alguna frase por ahí al ritmo de la música pero bien prendido. Claro que las exclamaciones no se hicieron esperar, unos le aplaudían el atrevimiento y otros le mentaban la madre. El techo del bar esta muy bajito y prácticamente su cabeza pegaba así que para no perder el equilibrio decidió agarrarse de una lámpara que colgaba del techo pero no aguantó y la arrancó dejando unos cables pelones ahí nada más, eso como que no le gustó mucho a las personas alrededor y el wey terminó literalmente bañado en cerveza.
Pues esto no hubiera sido mas que una anecdota aburrida si no fuera porque bañado en cerveza lo empezaron a empujar y para no perder el equilibrio, y pensando que estaba hecho de madera supongo, se agarró de los cables pelones. Imaginense ustedes que pasaría si alguien mojado agarra unos cables de electricidad. Exacto. Fuegos artificiales dentro del local. No mames, el wey se estaba electrocutando y para acabarla de chingar casi nadie se dió cuenta, todo mundo pensó que estaba jugando o algo así porque hasta se reían y en eso alguien bajó el switch de la corriente, la música se apagó y lo más cagado la mayoría de las personas se empezaron a salir pensando que ya iban a cerrar.
El japo nomás cayó todo madreado de la zarandeada que le pusieron pero a la hora de caer cayó como los gatos, en cuatro patas, y entonces algún manchado que estaba ahí como que le vió las nalgas, lo centró bien y pensó "de aquí soy" y madres, le puso un patadón en el culo que lo mandó volando como unos 5 metros embarrándose el hocico contra el piso.
Ya después a la salida alcancé a ver al pobre infeliz de ojos rasgados sentado en un rincón todo puteado, toda la ropa sucia y todo despeinado, neta que parecía un limosnero.
En ese momento todos nos quedamos callados, yo no sabía si reír o sentirme mal por el tipo, y ya como a los 15 min ya se nos había olvidado. Pero al día siguiente no mames, todos estabamos cagados de la risa del pinche japo, como se le ocurre al pendejo, a mi se me hizo chido que el wey se subiera a cantar, me sentía como en Lost in translation, cuando salen scarlett y bill murray de peda y terminan en un karaoke, pero ya con lo de la electrocutada la cagó.
1 Comments:
jajajaja Dios mio que risa. me he partido el pecho de tanto reir.
ya lo dijo McCartur "la madre que pario a estos japoneses"
me alegro de su abandono a las drogas legales.
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